Qué mejor que otros puedan decirte lo que significó este espacio para ellos
CP
37 años - México
Cuando comencé el programa ANIDA con Fran, me encontraba en una espiral de pensamientos ansiosos sobre la maternidad; bueno mejor dicho, de la dificultad de convertirme en madre: infertilidad. Lo cual acrecentaba miedos, dudas y tristeza en mi proceso.
México queda muy lejos de Chile y nunca hubiera imaginado contar con la calidad de especialista que es Fran. Visité su web y lo decidí, aunque fuera en línea tendría mi consulta con Fran. Luego la pandemia se encargó de hacerme ver que la consulta en línea es una realidad y las fronteras una vez más se minimizan. Lo importante es recibir ayuda, orientación, empatía y toda la ayuda profesional que Fran es capaz de proporcionar.
Mis resultados se fueron viendo sesión con sesión, logré la seguridad que aún con mi proceso médico a la par pude conquistar. Fue un trabajo arduo de ambas, pero agradecemos mucho todo el apoyo y herramientas que Fran nos dio a lo largo de esta búsqueda de la paternidad que aún no ha llegado y sé perfectamente que tengo las puertas de su consultorio abiertas para cuando necesite regresar.
Laura y Luis
Seudónimos - Chile
Antes de conocernos estábamos en proceso de decidir si comenzaríamos un procedimiento FIV. Pasamos por muchos altos y bajos, ganas de seguir y ganas de dejar todo. Decidimos ir de menos a más en cuanto a los tratamientos ya que no teníamos una causa de fertilidad específica. En lo emocional era una incertidumbre y desgaste cada día. Hablando del tema con una amiga, me comentó que conocía a Fran, y me dijo que quizás era una buena idea tener un apoyo psicológico para poder sobrellevar esta dificultad. No me lo había planteado nunca y me hizo sentido inmediatamente. La busqué por Instagram, vi un poco lo que hacía y me puse en contacto. Saber que había pasado por dificultades similares, que sabía por lo que estaba pasando yo y que no tenía que explicarte cada cosa fue fundamental. No quería el apoyo de alguien que no entendiera mi proceso.
Respecto a los cambios más importantes que tuve, siento que fue el autoconocimiento. Si bien su apoyo iba específicamente a la infertilidad, tocamos muchos temas más. Haber podido ver mi autoexigencia y enfrentarme a eso para poder soltar, no solo desde los procedimientos, pero también en el matrimonio y otras cosas. En el proceso participé con mi marido algunas sesiones. Antes de ir estábamos un poco perdidos en cómo apoyarnos el uno a otro. Cada uno viéndose a sí mismo y luego logramos empatizar muchísimo más con el otro. Fue lindo haber podido ir juntos, escucharlo a él decir cosas que le pasaban, sentimientos y pensamientos que tenía, que no me los había compartido directamente a mí. Se armaba una instancia de conversación transparente y fluida para poder resolver temas y dudas respecto a todo el proceso que estábamos viviendo.
Creo que lo que más me ayudo, fue tener un momento para conversar con la Fran, que sabe del tema y no tengo que explicarle cada cosa. Fue un apoyo y un pilar fundamental para poder sobrellevar este proceso de una forma mucho mas amable. Las tareas que nos daba eran concretas y simples, de papel y lápiz, eso nos ayudó también mucho a apoyarnos mutuamente y a saber qué es lo que cada uno podía entregar y qué era lo que cada uno quería recibir. Al ser algo específico a responder, nos daba para conversar luego entre los dos temas que quizás nunca nos hubiésemos planteado.
Se me ha acercado mucha gente que está pasando por lo mismo, dificultades para conseguir un embarazo. Cada vez que veo eso les aconsejo apoyarse con algún terapeuta. Para mi fue un gran apoyo y un beneficio directo a mi vida. Además, les digo que no es solamente dentro de la infertilidad, sino que siempre salen temas de la personalidad de cada uno, nada más rico que autoconocerse e ir mejorando cada día. Independiente de la etapa en que se encuentren, siento que la Fran me ayudó no solo en lo psicológico, sino que también en temas prácticos. Por ejemplo, nos dijo que en la "transferencia" de la FIV mi marido SI podía entrar. A mi me habían dicho que no. Fue algo que no nos habíamos planteado, ya que acatábamos lo que los profesionales decían. Sin embargo, cuando la Fran lo planteó y fue insistente con que era un derecho y que no había nada médicamente incorrecto en que el papá estuviera presente, nosotros también insistimos. ¡Mi marido pudo entrar y fue un momento precioso e inolvidable!
Catalina
Chile
El año pasado no estaba pasando por un buen momento emocionalmente (2020). En marzo del 2019 perdí a mi primer hijo con un aborto retenido y venía arrastrando una angustia y una frustración muy grande desde ese día. Pese a que ya llevaba más de un año intentándolo de nuevo, mi tan esperado hijo no llegaba.
En marzo del año pasado, en plena pandemia, decidimos consultar en una clínica de fertilidad y ver si había algo que nos estaba afectando, pero fue muchísimo más lento de lo que en épocas normales sería. Todos los exámenes demoraban más y las consultas eran solo a través de zoom. Con todo un poco en contra y una angustia que me estaba comiendo, me decidí consultar a la Fran.
Llegué arrastrando un duelo que no tenía totalmente cerrado, con mucha frustración, preguntas, algo enojada y triste.
¿En que me ayudo la Fran? En muchísimas cosas, en la aceptación, en el entender y darle la importancia necesaria al duelo y que pese al tiempo era válido sentir todavía pena. También en hacerme cargo y no bajar los brazos, en no cansarme y seguir luchando por ese gran sueño.
Me ayudo también a involucrar a mi marido en todo este proceso, el hacerlo participe de todo lo que me estaba pasando me ayudo a encontrar más paz, a encontrar ese abrazo contenedor que tanto necesitaba. Sólo tengo palabras de agradecimiento y cómo una vez dije, fuiste una persona clave en todo este proceso, de esas personas mágicas que aparecen cuando más lo necesitas.
Hoy soy mamá de un niño hermoso, y soy la mamá más feliz del mundo.
Miro hacia atrás y pese a que no lo pase bien, siento que soy una nueva mujer por todo lo vivido, una mujer mamá más empoderada y empática.
La verdad es que no cambiaría nada de lo que pasó.
Magdalena
36 años, casada con Matías - Chile
Comencé con Francisca luego de un proceso de años de "contemplar la infertilidad" frustrada y confundida respecto a cómo avanzar. También ansiosa en relación a darme cuenta del paso del tiempo y de cómo este me iba quitando posibilidades biológicas concretas de embarazo sin tener ningún argumento científico que indicara la imposibilidad de concebir. Me decidí a trabajar juntas como puntapié inicial por la recomendación del médico tratante de entonces, que me hizo ver que mi dificultad de concebir estaba afectando otros espacios de mi vida. Al tomar conciencia de esto, lo vi necesario para tener un espacio de contención respecto a lo que estaba viviendo yo como mujer y cómo esto también interfería la relación con Matías, donde muchas veces vivíamos una tensión por no entrar en una discusión respecto a qué estábamos dispuesto a hacer y qué no por nuestro proyecto de familia.
Los cambios que tuve, fue en un inicio poder descargar muchas emociones que arrastraba y que no compartía con muchas personas por estar "chata" de escuchar que me relajara, que dejara de pensar en la guagua, que fuera de viaje, etc y que todo se iba a solucionar... o igualmente difícil para mi escuchar hasta cuando perdía tiempo y plata que me hiciera un in vitro y punto. Lo anterior me permitió ir avanzando en tener yo misma claridad respecto al camino recorrido y plantearme cómo quería seguir no sólo en términos de tratamientos médicos, sino de cómo enfrentar el tema en lo social, qué contar, qué no, en qué contextos, etc. para no sentirme juzgada por el resto y lograr empoderarme respecto a mi situación.
En las sesiones de pareja, logramos abrir más el tema entre ambos sin que este fuera el eje de nuestra relación, pero que tuviera un espacio para poder tomar decisiones respecto a cómo continuar.
Lo que más me ayudó, fue sentir que tenía un espacio seguro de contención y que Francisca se manejara en aspectos más específicos del tema, lo que facilitaba no tener que estar explicando en qué consistía cada proceso o cómo lo habíamos hecho... y lograr tomar las riendas de nuestra situación en vez de ser espectadores de lo que opinaba cada profesional o cada persona. En mi caso particular me ayudó a avanzar en búsqueda de respuestas concretas en un tiempo reducido, a cuidar mi espacio y el de pareja de todo lo que puede conllevar la infertilidad facilitando el rol activo de nosotros frente a nuestra situación.
Matías
37 años, esposo de Magdalena - Chile
Antes de comenzar con Francisca me encontraba desilusionado de no tener un por qué a la infertilidad y del paso del tiempo en la misma situación.
Mi señora hizo que asistiéramos junto a Francisca y me movilizó poder tener una opinión de afuera que me ayudara a entender el proceso.
El mayor cambio que recojo fue decidir cambiar el rumbo de lo que llevábamos haciendo y decidirnos a hacer otros procesos.
Nos encontrábamos bloqueados y frustrados. Logramos movilizarnos y buscar otras ayudas médicas.
Francisca nos ayudó a tomar las riendas y pasar de ser pasivos a tener un rol activo en nuestro tema.
A otros que están pasando algo similar, les diría que nunca está de más que alguien vea tu situación con otra perspectiva y te oriente como persona y pareja.
Josefina
28 años, casada con Juan Pablo (30 años) - Chile
En nuestro caso, yo supe varios años antes de casarme que iba a tener dificultades para quedar embarazada. Antes de la terapia, nos encontrábamos buscando todas las opciones que nos ayudaran a cumplir nuestro objetivo (varios doctores, nutricionista, etc). Estábamos ansiosos y un poco desorientados, pero con muchas ganas de hacer todo para cumplir nuestro sueño.
Hace tiempo quería ir al psicólogo pero no encontraba el momento ni tampoco sentía que lo necesitara con urgencia, y fue mi ginecólogo quien me sugirió que fuera a ver a Francisca porque me estaba costando manejar el estrés, estaba bastante ansiosa por el tratamiento y no sabía cómo compatibilizarlo con mi trabajo y con la vida diaria (pedir permisos para el doctor, la parte económica, etc)
Logré conectarme con mis emociones y dejarme ayudar, cediendo el control de ciertas situaciones. Pude poner el foco en mi autocuidado y no solo que fuera el objetivo tener un hijo. Logré en sesiones con mi marido buscar nuevas técnicas de comunicación, y nos sirvió para ver cómo estábamos enfrentando el tema cada uno. Pude soltar algunos "nudos" que venían conmigo hace muchos años. También sirvió tener a Francisca como compañera durante la búsqueda del embarazo y posteriormente también cuando los mellizos nacieron.
El proceso de búsqueda de ser padres hay que abordarlo de manera integral, porque de nada sirve preparar el cuerpo, si la parte psíquica y emocional no lo acompañan. Creo que la búsqueda de ser padres genera mucha ansiedad y frustración, por lo tanto la terapia es un refugio donde puedes sentirte apoyada, comprendida y escuchada. Estoy convencida de que gracias a la ayuda de la Francisca, logré que mi mente y mi cuerpo se pusieran en sintonía. Tuve ayuda médica, pero creo que no hubiera resultado tan rápido si no hubiera tenido este apoyo. Creo que es importante tomar los recursos de cada pareja para enfrentar cualquier tipo de problema, pero con el tema "embarazo" a veces uno está un poco obsesionado o ansioso, y necesitas que alguien te los muestre, o que te enseñe nuevos métodos. En nuestro caso, el buen humor y el no tomar este tema como si fuera algo tabú, nos sirvió para empezar, y después Francisca nos ayudó con técnicas de meditación, de comunicación, etc. Es importante que las personas que están pasando algún problema de fertilidad, sepan que no son los únicos, que hay mujeres y hombres que han pasado por lo mismo, y yo aconsejo no encerrarse y buscar ayuda. ¡Nosotros hicimos de todo!
Les diría a los que están viviendo algo así, que se apoyen en Francisca y en todo lo que crean, que se abran y acepten ayuda. Es importante poder tener un lugar donde te alivies de toda presión... porque la gente va a seguir haciendo preguntas inevitables como "y cuando la guagüita", o preguntas de los tratamientos, etc. La presión social no es un buen aliado en esto, pero el aceptar lo que tienen que vivir, es un paso. El siguiente paso es buscar todo lo que esté a su alcance para que ojalá logren su objetivo. Por eso "pastelero a sus pasteles": ir a un doctor experto en infertilidad y a una psicóloga que también sea especialista en el tema (porque incluso explica los temas médicos de una forma profesional y cercana). En resumen, recomendamos a Francisca, y le agradecemos toda su ayuda y preocupación, incluso después de que mi terapia terminó.