Cuanta ilusión se abre y moviliza desde que se decide la búsqueda, “estar en campaña” es el término que por lo menos acá en Chile se utiliza coloquialmente para referirnos a ello y muchas veces, se acompaña de una especia de anuncio público o acuerdo entre amigas ¿vamos juntas? dale. Y sin pensarlo mucho empieza a correr el tiempo como telón de fondo.
Varias conversaciones y preguntas sin duda le preceden a esta decisión cuando se está en pareja (¿es un buen momento? ¿estamos listos? ¿lo deseamos? ¿nos sentimos preparados?) y algunas más después, que se van haciendo menos públicas y más en la intimidad de la pareja (¿nos pasará algo? ¿lo estamos haciendo bien? ¿será que no llega porque no estamos listos?) o en el propio silencio (¿seré yo que tengo un problema? ¿tendré que tomármelo con más calma?).
El tiempo pasa y en ocasiones no menores (se estima que un 10-15% de las parejas en edad reproductiva tendrán dificultades para conseguir un embarazo) (1), el encuentro sexual que se pensaba garantizaba un embarazo se va empañando de ansiedad de rendimiento, de mitos sobre lo que puede estar pasando que no resulta y de frustración, por ese hijo que no llega y con él, lo imaginado y deseado en el escenario de certezas construidas.
Lo cierto es que nuestra educación reproductiva ha sido contraceptiva en su mayoría, el conocer, cuidar y reconocer la fertilidad en la mujer es un bien escaso, que recién muchas veces comienza a comprenderse cuando se está “en campaña” y aparecen las “dificultades”.
La RAE define “campaña” como un “periodo de tiempo en el que se realizan diversas actividades encaminadas a un fin determinado” (2). Además de la consulta preconcepcional, tomar ácido fólico y aumentar la frecuencia de relaciones sexuales, la mayoría de las parejas no hacemos mucho más y está bien así, pero ¿Qué pasa cuando el tiempo pasa, la amiga se embarazó y yo sigo esperando?
La realidad es que la mayoría de las parejas acuden a consultar después de un tiempo prolongado de búsqueda, sin embargo, es importante saber que un buen momento para consultar a un médico especialista en infertilidad y/o reproducción, está dado mayoritariamente por la edad y el tiempo. Si eres menor de 35 años y llevas un año de relaciones sexuales frecuentes buscando embarazarte sin lograrlo, sería buen momento para ello; si ya eres mayor de 35 años, no esperar más de 6 meses es lo recomendado médicamente. (3)
La ansiedad de un embarazo deseado que no llega mes a mes, puede ir activando las alertas, haciendo que se tomen acciones para aumentar el control sobre el fin, desconectando la intimidad del disfrute y conexión con uno mismo y el otro, entrando en una dinámica de tensión que poco favorece la calidad de vida y bienestar general de la mujer y pareja, porque da paso al estrés (4). Si te está pasando ello, si ya dejaste de reunirte con esa amiga y no sabes compartir lo que te pasa, si estás aislándote y dejando de disfrutar aquello que antes disfrutabas, es un indicador “psicológico” de que puede ser importante para ti tomar acciones como adelantar tu consulta con el especialista, de manera que puedas disminuir las alertas con algunas respuestas y acciones realistas.
Las dificultades para lograr un embarazo no son en su mayoría causadas necesariamente por el estrés, sino que éste aparece ante la expectativa no lograda de un proyecto vital soñado y las acciones de control, poco efectivas para un ámbito en donde la falta de control es el ingrediente principal (5). Aprender nuevas estrategias y formas de estar frente al deseo, a uno mismo, a la pareja y entorno se hace necesario, sobre todo, si no estamos pudiendo tener acceso a todo aquello que contribuye a nuestro bienestar lo que ha reforzado y sucedido en esta pandemia.
¡No lo vivas sola/o!
Fuentes:
(1) Corporación MILES (2016). Primer Informe: Salud Sexual, Salud Reproductiva y Derechos Humanos en Chile. Editoras: Claudia Dides y Constanza Fernández. Santiago - Chile. http://mileschile.cl/cms/wp-content/uploads/2019/01/Primer-Informe-de-SSR-y-DDHH-2016.pdf
(2) Real Academia Española (RAE), extraído de https://dle.rae.es/campa%C3%B1a
(3) MINSAL, Ministerio de Salud (2015). Guía para el estudio y tratamiento de la infertilidad. Santiago - Chile. https://www.minsal.cl/sites/default/files/files/GUIA%20PARA%20EL%20ESTUDIO%20Y%20TRATAMIENTO%20DE%20LA%20INFERTILIDAD_2015%20FF(1).pdf
(4) Roca, M. & Giménez, V. (2012). Manual de Intervención Psicológica en Reproducción Asistida. Sociedad Española de Fertilidad. Ed. Médica Panamericana, S. A. Madrid - España.
(5) Domar, Alice D. & Kelly, Alice L. (2002). Conquering Infertility: Dr. Alice Domar’s mind/body guide to enhancing fertility and coping with infertility.
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